Punta del Este enfrenta actualmente una crisis que contrasta fuertemente con la imagen que proyecta: el caos vehicular. En particular, la zona de La Brava, próxima a La Barra, convirtió en el epicentro de un desorden de tránsito sin precedentes, caracterizado por una ausencia total de control.

En la noche del sábado, con la realización de la “Gala de las luces” que organiza la Intendencia de Maldonado todos los años, los vecinos se vieron, otra vez, sorprendidos con el acceso a sus casas bloqueadas, autos estacionados no se le permite y un congestionamiento de tránsito en la Interbalnearia que hacía imposible viajar.

Todo esto sin presencia policial que ordenara el caos, pero tampoco jerarcas de Maldonado en el lugar para evitar el descontrol.

La edición de la “Gala de las luces” tenía ya su polémica tras las protestas de vecinos por la contaminación sonora que genera ese tipo de espectáculos donde se despliega una cantidad importante de pirotecnia. Los ediles frenteamplistas Juan Urdangaray  y Joaquín Garlo, realizaron previamente un pedido de informes a la comuna para que explique cuál es la empresa proveedora de pirotecnia, el mecanismo de contratación y el monto de la inversión.

Estos eventos sin organización y presencia policial no solo deterioran la calidad de vida de los residentes, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los peatones y empañan la reputación de este destino turístico.

Parece necesaria la implementación de un plan de tráfico eficiente, el refuerzo de la presencia policial y la adopción de medidas punitivas para los infractores son pasos esenciales para abordar esta problemática.

Para los vecinos es necesario que las autoridades tomen medidas concretas y efectivas para restablecer el orden y garantizar la seguridad en las calles de Punta del Este. La implementación de un plan de tráfico eficiente, el refuerzo de la presencia policial y la adopción de medidas para los infractores.

 

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