Lo que más sufrió Agustín Della Corte mientras actuaba en La sociedad de la nieve fue hambre. Era mayo de 2022, los días finales de siete meses de rodaje de las escenas de montaña en Sierra Nevada, en Granada, España. Había perdido 27 kilos, y como sus compañeros, casi no comía, a tal punto que las nutricionistas ya no podían pedirles más esfuerzo: no comer era una cuestión de compromiso personal. Habían pasado de dos comidas a una, luego a una sopa al mediodía, y luego nada. Era necesario para reflejar, de la forma más fiel posible, la experiencia extrema que estaban actuando.
“Lo he escuchado a Jota Bayona decir que las caras muy cansadas que ves al final de la peli, los ojos caídos, esos cuerpos que ya no quieren más, eran realmente así. Y es verdad. Se sentía así, era parte de la experiencia. Había un punto en el que el cansancio y el frío no había que actuarlo”, cuenta uno de los actores uruguayos de uno de los impactos cinematográficos del año, donde interpreta al sobreviviente Antonio Vizintín.
Pero la experiencia única de Della Corte va más allá, porque su vida parece predestinada. Muy pocas personas en el mundo llegan a jugar un Mundial defendiendo a su país. También muy pocos actúan en una película nominada al Oscar. Menos aún en una superproducción de Netflix que llegó a ser la película más vista en el mundo en lo que va del año. Y mucho menos en su primera experiencia actoral.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
Della Corte, sanducero de nacimiento y sin experiencia actoral, llena todos esos casilleros. Exjugador de Los Teros en el Mundial de rugby Japón 2019, su vida dio un giro de 180 grados en 2020: se retiró del deporte profesional en medio de la pandemia y se presentó a un casting en el que buscaban a jugadores de rugby que quisieran actuar. Se presentó sin saber de qué se trataba. Resultó ser para la película nominada al Oscar.
Ahora disfruta de las repercusiones globales, y recuerda como algo “casi místico” el silencio que tuvieron que guardar durante meses, mientras rodaban la película. Mientras atravesaban un sacrificio que, aunque sigue siendo incomparable con lo que les tocó vivir a los que protagonizaron la tragedia de los Andes, le permitió conectar con esos jóvenes que atravesaron una de las experiencias de supervivencia más extremas de la historia.
Para eso usó mucho de lo que le dejó el rugby: por ejemplo, estar presente de cuerpo y mente para visualizar el objetivo, ser consciente de que era una pieza de un gran andamiaje en el que participaban cientos de personas, y que tenía que cumplir con su rol.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
“Fue un debut fuera de lo normal, pero si no no hubiera llegado la oportunidad de empezar a actuar”, se sincera en diálogo con El Observador desde Argentina, a donde se mudó tras el rodaje para seguir su carrera actoral. “Se dio todo, era la mezcla del rugby con esta historia, con Uruguay, con algo planificado hace mucho tiempo. Se abrió el casting para jugadores de rugby, si no llegaba esto no iba a llegar nada”.
El final del rugbista, el inicio del actor
Della Corte había dejado el rugby de alto rendimiento a fines de 2020. No conseguía jugar con regularidad en Los Teros (era suplente del capitán Andrés Vilaseca) y se sentía frustrado porque su juego se estancaba y las chances se le iban de las manos. “No estaba jugando porque no estaba mejorando para poder aportar al equipo, pero a la vez no tener minutos me perjudicaba en no poder mejorar. Yo me acostaba todos los días con ganas de levantarme para ir a entrenar pero me empezó a pasar lo contrario. Estaba muy angustiado con que si no tenía más minutos no iba a poder mejorar. Era un círculo tóxico, entonces hablé con los entrenadores y decidí volverme a Paysandú a jugar en Trébol. Y ese año en Trébol lo disfruté muchísimo, jugué un montón. Tuve un cierre medio místico porque mi último partido fue el 11 de setiembre de 2021, el día de mi cumple, contra Old Christians. Ahí ya sabía que me iba a la película así que pensé, ‘le voy a dar el cierre acá, es momento de poner la cabeza solo en esto’”.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
A esa altura ya sabía más del proyecto, pero el inicio fue casi a ciegas. “En los primeros seis meses del casting no sabía para qué era. No sabía nada del tamaño del proyecto hasta que hicieron el casting presencial en Montevideo. Me llaman y me dicen: ¿no te venís a Montevideo? El casting es de tal director. Yo les dije: ‘ah bueno’, y me fui a googlear a Bayona. Ahí no lo podía creer: Jurassic World, Lo imposible… pero cuando tuve la oportunidad de conocerlo en el casting me sacó todos los miedos, fue muy cercano”.
“No logré tomar dimensión hasta que estuve en el set y vimos todo el armado. Ahí dije ‘esto es gigante de verdad’. Y también al saber todo el tiempo que llevaba Bayona en esto. Diez años que se había reunido con los sobrevivientes… Me llevó a pensar qué estaba haciendo yo hace 11 años cuando a este tipo se le ocurrió hacer esta peli. Estaba en la escuela. Entonces que estos dos caminos se cruzaran… lo sentí medio increíble”.
La película incluye una escena de un partido de rugby, que fue preparada por Della Corte. “Me tocó dirigir un entrenamiento en Barcelona y en Montevideo, pude aportar para armar la jugada que sale en la película. La armé yo con la coach actoral. Había que destacar algunos jugadores, porque la escena tenía una discusión de Nando y Roberto”.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
“El rugby creo que me dio algo que me aportó mucha disciplina. En un proceso tan duro, de días agotadores, requería mucha responsabilidad, mucha energía, cumplir con tiempos muy precisos de rodaje. Sos parte de un engranaje de 300 personas para que vos puedas ponerte enfrente a la cámara. Eso lleva concentración, estar muy presente, y todo eso es algo que aprendí del rugby”, recuerda.
El hambre en la montaña
La comida es un tema que atraviesa la tragedia de los Andes, por la decisión de los sobrevivientes de alimentarse de los cadáveres de sus amigos muertos. Y era lógico que también lo fuera en el rodaje de la película.
“El proceso de adelgazamiento empezó muy gradual, había desayuno, almuerzo, pero después se empezó a recortar bastante la comida, era una sopa. Y después era nada. Y en un punto empezó a generarse algo muy fuerte en el grupo. Al final del rodaje ese régimen ya estaba comandado por nosotros mismos, cada uno sabía lo que podía dar, cuánto podía comer, llevando hasta el punto que lo podía llevar. Yo bajé 27 kilos, fue muy exigente mentalmente por la exigencia física, más cuando con Mati (Recalt) y Agus Pardella, los actores de Roberto (Canessa) y Nando (Parrado), tuvimos que hacer la caminata. Pero también pensábamos que estábamos ahí y teníamos una oportunidad única: si lo hacíamos teníamos que hacer a fondo”.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
“Todo estuvo atravesado por lo real que fue la experiencia de pasar hambre, salvando obviamente la diferencia de lo que fue para ellos y para nosotros. Pero nos llevó a una comprensión de lo que atravesaron. Nos hizo entenderlos más y entender más la historia. Yo quiero que todo el mundo se lleve esa experiencia”.
El desafío físico no terminó en esas finales de montaña, porque en el rodaje fue el principio. Aún tenían que filmar el resto de las escenas, y por eso tuvo que hacer el camino inverso. “Después de la montaña tuvimos que engordar. Ahí empezó un régimen contrario, había que volver a ganar kilos. El primer día que pude comer no pude contenerme, pero traía sus consecuencias: estuve 3 horas sin poder moverme. Costó readaptar el cuerpo a poder comer más, a moverme, a entrenar, a dar amor a ese cuerpo que había dado tanto. Al principio era todo lo que le metía lo agarraba, comía nada y subía 3 kilos”.
El grupo
En estos días de fama post estreno, una de las cosas que llama la atención es la estrecha relación que se generó entre los actores. Otro punto que para el actor uruguayo no es casual: lo había buscado Bayona para que la experiencia se contara mejor en pantalla.
“Se armó un grupazo, llegamos a hacernos muy amigos entre todos. Eso fue clave para lo que después tuvimos que atravesar. Hubo momentos críticos, en los que se sentía estar lejos de casa, con jornadas de 12 horas de laburo. También todo lo que conllevaba la dieta, el malestar. Fue clave el acompañarnos estar cerca, tener alguien para charlar, tomar mate en la habitación. En realidad fue pensado desde que hicieron el casting, además de actores necesitaban buenas personas que se pudieran acompañar. Atravesamos algo muy fuerte, algo único, distinto, y eso nos unió. Fue muy clave para lo que se ve en la pantalla. Sentís que es gente que se quiere. Eso fue buscado desde el casting”, cuenta y agrega: “Todo esto de la confidencialidad, de no poder mostrar nada, tenía su mística, era como decir: ‘che, estamos haciendo esto increíble en el medio de una montaña, un set con 500 personas y nadie sabe nada’. Lo sentíamos muy nuestro”.
agustin Della Corte
Agustín Della Corte
Interpretar a Vizintín
El trabajo para representar a Vizintín, o “Tintín”, como lo conocen todos, le demandó un trabajo muy a fondo sobre el sobreviviente. A diferencia de la mayoría de los actores, él ya conocía a su representado, aunque no tuviera una relación cercana.
“Con Tintín nos habíamos visto par de veces en el Charrúa pero nunca habíamos entablado relación. Empezamos a juntarnos, me invitó a su casa, me llevó a todos lados, charlamos de la vida, de la montaña. Yo iba armando un relato propio de lo que fue la vida de él, a imaginarme cómo iba a contar su historia. Una vez que conocimos el guion, tenía que llevar todo eso. Tenía que saber lo que lo que iba pasando en la cabeza de Tintín, qué sentía, qué extrañaba, en qué pensaba en las noches. Ahí me armé un recuento de todo ese arco del personaje. Tenía que conocer el antes para entender lo que pasó después. Cada uno hizo eso con su personaje, y los otros reconstruir a partir de los relatos de la familia de los fallecidos”, cuenta, y destaca en ese sentido el trabajo de guía de la directora de casting, María Laura Berch. “Durante el rodaje el director estaba muy abierto a todos lo que nosotros quisiéramos proponer, en base a lo que hubiésemos hablado con los sobrevivientes. Me preguntaba, ¿‘a vos te contó algo Tintín de ese momento’? Al momento de empezar a filmar ya todos lo teníamos muy claro”.
agustin Della Corte
Agustin Della Corte
Pero luego llegó lo más delicado: saber como reaccionara Vizintín a su actuación y a la película. Lo que más me inquietaba era su opinión. Más allá de todo lo que pudiera hacer, que él se sintiera representado era muy importante. “Me dijo que la vio y le gustó, que la vio más veces y cada vez le gustó más. Eso me hace sentir súper orgulloso y aliviado, porque era una mochila grande que teníamos todos los actores, una responsabilidad colectiva grande”.
“Me hizo pensar mucho”, cierra Della Corte sobre la doble faceta de rugbista-actor. “El comentario de muchos de los compañeros era ‘no entiendo que haces acá si estabas en el mundial de Rugby hace 4 años’. Es una locura. Haber tenido la oportunidad de jugar un Mundial de rugby lo viví como un privilegio, me lo había ganado pero ya es un privilegio tener la oportunidad de ganarlo y haber llegado. Y que haya nacido esta oportunidad, que también es algo muy global muy mainstream, lo mismo. Me hizo pensar en la suerte que tengo, en reconocerme como alguien quizás destinado que le pasen cosas buenas. Estoy agradecido con la vida, y creo que está relacionado con estar abierto a lo que venga en la vida, preparado para que lleguen las oportunidades, para agarrar las que me interesen. Tratar de fluir un poco con la vida”.