La industria nacional de cerveza enfrenta dificultades ante el fuerte ingreso de marcas importadas a precios bajos. Si bien el consumo no se redujo, la producción local pierde espacio ante el producto que consiguen grandes mayoristas en Brasil y Argentina. 

En Uruguay la industria de la cerveza produce y envasa en dos plantas de Fábricas Nacionales de Cerveza (propiedad de AmBev), ubicadas en Montevideo y en Minas. Las dos plantas detendrán su actividad en mayo, y en el caso de Minas lo hará también durante junio, aduciendo el alto stock de producción que se tiene a nivel nacional. La planta de Lavalleja tiene una línea de envasado de vidrio -generalmente, envasa cerveza Patricia de 1 litro- y una línea de producción de latas.

“Invasión” de cerveza importada en lata

El presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida  (Foeb), Fernando Ferreira, expresó en el Parlamento que “preocupa”  lo que ocurrirá en julio, el día después del seguro de paro, ya que no se sabe cómo será la situación de los trabajadores de Minas (tiene unos 200 empleados directos). “Esto se lo manifestamos a la empresa, pero nos dijo que no sabe cómo volverán a trabajar en el mes de julio. Eso enciende las alertas, las luces amarillas en el horizonte”, dijo.

Según el sindicato, hay unos 20 millones de litros de cerveza de producción externa que ingresan desde Argentina y Brasil, y que compiten directamente con la mano de obra nacional. El mercado “está siendo invadido por latas importadas”, remarcaron.

Desde su punto de vista la importación de este producto se ve favorecida por el bajo precio del dólar, facilidades comerciales y “pocos controles” del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).

“Eso abre una puerta de ingreso muy fácil a distintos distribuidores mayoristas, grandes superficies y demás, que atentan contra la mano de obra nacional y la producción nacional”, afirmó Ferreira, según la versión taquigráfica de la Comisión de Industria a la que accedió El Observador.

En Uruguay se consumen unos 100 millones de litros de cerveza por año, y según señaló la Foeb, la caída de las ventas y el aumento del stock no tienen que ver con la caída del consumo, sino con su sustitución. La gente en lugar de consumir marcas nacionales, que tienen un precio determinado, prefiere las importadas, que son más baratas, explicaron.

“Una planta argentina con capacidad ociosa es un peligro para nosotros”

FNC produce a nivel local las marcas Pilsen, Patricia, Norteña y Zillertal, e importa marcas propias como Corona, Patagonia Budweiser y Brahama, entre otras, que llegan desde plantas de la multinacional AmBev en Argentina y en Brasil.

La Foeb señaló que dado el contexto actual se tiene “temor” de que la multinacional “esté pensando en sustituir la producción nacional” y traer producto de Argentina.

“Hoy, Argentina tiene un 35 % de capacidad ociosa, producto de las medidas de (Javier) Milei; hay una caída en el consumo. Estuve hablando con compañeros de Argentina y nos dijeron que tienen varios problemas en la producción de allá y el mercado interno. Una planta argentina con capacidad ociosa, para nosotros es un peligro”, afirmó Ferreira.

“Lo decíamos el año pasado: la planta de Zárate está más cerca de Paysandú que la planta de Minas y con capacidad ociosa pueden inundar el mercado de lo que deseen, al menos, por un tiempo prudencial, hasta que se estabilice un poco la economía argentina, y una vez sustituido, después eso no cambia. Es obvio que un mercado como el argentino, con un consumo de 40 litros per cápita, con una población de cincuenta millones de habitantes, es mucho más tentador para AmBev que Uruguay, que consume 30 litros en un mercado de tres millones. Es una ecuación económica; la economía es lo que tiene. Las multinacionales lo que buscan es aumentar su ganancia y en el medio los que quedamos somos los trabajadores”, añadió el dirigente de la Foeb.

Ya en 2022 FNC había decidido importar latas de Pilsen y Norteña desde Argentina, en virtud de la diferencia de costos de producción.

El sindicato expresó en el Parlamento que desde el año 2000 no se produce un envío masivo al seguro de paro de los trabajadores de una planta.

Una asamblea del sindicato de Pilsen realizada a principio de mes aprobó la posibilidad de ir a una huelga desde julio, en caso que no existan avances y soluciones para la situación de inestabilidad laboral, que según entienden, tienen los trabajadores de la planta de Minas.

 

 

 

 

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