Las respuestas que hay que saber para tener un primer acercamiento con una nueva forma de hacer negocios.

-¿Qué es Sistema B?

-Es una organización sin fines de lucro que cree que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, los movimientos sociales, los ciudadanos y la responsabilidad social de los negocios, todos juntos, no son suficientes para resolver los problemas sociales y ambientales actuales. Promueve a las Empresas B y otros actores económicos en América Latina, para construir una nueva economía en que el éxito y los beneficios financieros incorporan bienestar social y ambiental.

-¿Cuál es el objetivo que persigue Sistema B?

-La visión de Sistema B es la de construir una economía inclusiva, equitativa y regenerativa para las personas y el planeta. La propuesta de Sistema B apunta a una economía que pueda crear valor integral para el mundo y la Tierra, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo.

-¿En cuántos países está presente el movimiento?

-Sistema B es parte de un movimiento global llamado Movimiento B que junto con B Lab están presentes en 74 países. Este Movimiento global cuenta con casi 5.000 Empresas B en 150 industrias que ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio. Sistema B nació en América Latina de la mano de Juan Pablo Larenas, Gonzalo Muñoz, María Emilia Correa y Pedro Tarak quienes se alían con B Lab para expandir el movimiento B con una visión sistémica. En América Latina y Caribe, Sistema B surgió en 2011.

-¿Qué cambios pueden surgir a partir del involucramiento de las empresas con Sistema B?

-Sistema B trabaja para cambiar el sistema económico, creando estándares, políticas, herramientas y programas para transformar el comportamiento, la cultura y la estructura del capitalismo. Este año Sistema B cumple 10 años, llegamos a casi 900 Empresas B en Latinoamérica y Caribe, tenemos la Ley BIC aprobada en cuatro países, donde Uruguay ha sido el último en aprobarla. Más de 1.500 académicos, dos ciudades+B, más de 20 comunidades B locales, hemos logrado mucho, y sabemos que el cambio es necesario, es urgente, y está sucediendo. Las Empresas son las que guían el camino, inspiran a otras miles de empresas, no solo desde su certificación sino también desde la gestión del impacto. La contratación de proveedores B, las decisiones que toman los consumidores de esas empresas. Los consejos empresariales, que son voceros y seguidores fieles del Movimiento B desde su rol de empresario. Hemos conseguido mucho, y seguimos trabajando y expandiendo este cambio profundo que el planeta y la sociedad necesitan.

 -¿A qué apuesta Sistema B en un futuro?

-El momento que estamos transitando como planeta nos exige más. Es fundamental trabajar en gestionar y medir el impacto, que sean cada vez más las empresas que sean Empresas B. Que sean más los inversionistas que invierten en negocios que le hacen bien al mundo, consumidores que tomen buenas decisiones, gobiernos que cambien las reglas del juego. ¡Nuestra acción debe ser concreta!

El campo de acción de Sistema B es mucho más que la certificación de las empresas. Las empresas B son el faro que marca el camino, pero lo que necesitamos es que cada vez sean más las empresas que se comporten como B, midiendo y gestionando el impacto de sus negocios.

Por Sistema B Uruguay

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