Apenas un par centenares de personas y militantes del Partido Comunista de Rusia se congregaron hoy en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el centenario de la muerte de Vladímir Ilích Uliánov (1870-1924), más conocido como Lenin, el padre de la Revolución bolchevique.

Como se esperaba y a diferencia de lo que ocurría durante la época de la Unión Soviética, cuando multitudes se congregaban para rendirle homenaje en el mausoleo construido por orden de Iósef Stalin, no hubo actos oficiales.

Situado a escasos metros del Kremlin, al mausoleo de piedras rojas y blancas que contiene el cuerpo embalsamado de Lenin apenas se acercaron algunos nostálgicos, en momentos en que el legado del líder revolucionario languidece entre los rusos, sobre todo después que el presidente Vladimir Putin le reprochara haber “inventado” Ucrania.

Este domingo, unas doscientas personas llegaron al lugar con banderas y floras rojas, donde también estuvo el cuerpo de Stalin hasta que fuera retirado en 1961, pese a que las temperaturas rozaron los -15 °C.

“Lenin representa un ideal. Sólo su doctrina puede permitir sacar a Rusia de su situación actual”, dijo Valentina Alexandrovna, una jubilada de 78 años que asistió a la breve ceremonia.

El mausoleo, en el que sólo queda el 23% del cuerpo de Lenin dentro del sarcófago de cristal blindado que lo resguarda, se cierre una vez cada 18 meses para reparar el deterioro del cadáver. Durante el resto del año, el cuerpo embalsamado es, sobre todo, una atracción turística.

Aunque la figura de Lenin ha ido cayendo en la consideración de la sociedad rusa desde hace muchos años, el declive se acentuó desde poco antes de la ofensiva de Moscú contra Kiev, cuando el presidente Vladimir Putin acusó a Lenin de haber inventado Ucrania al fundar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Según el mandatario, el Estado ucraniano se encuentra en tierras rusas; y Lenin, al crear las repúblicas soviéticas con un poco de autonomía, permitió la emergencia de nacionalismos y la posterior implosión de la URSS. “Por culpa de la política bolchevique surgió la Ucrania soviética. Estaría perfectamente justificado llamarla la Ucrania de Lenin. Es su inventor, su arquitecto”, afirmó.

La figura de Lenin no ha sido, sin embargo, totalmente suprimida. Su retrato sigue presente en el centro de muchas ciudades de Rusia, aunque la mayoría de sus estatuas fueron destruidas tras la caída de la URSS. En Moscú, por caso, persiste un monumento de 22 metros de altura que domina la plaza de Kaluga.

Stalin es el dirigente soviético al que más se refiere Putin. Y no precisamente para denunciar la atroz represión de su régimen, sino para elogiar al hombre de Estado y líder de guerra que venció a la Alemania nazi de Adolph Hitler.

Desde el inicio de la operación en Ucrania, Putin sitúa su campaña en el legado de la Segunda Guerra Mundial y compara a las autoridades ucranianas con los nazis.

A ojos del Kremlin, Stalin sigue siendo un modelo victorioso y Lenin un perdedor. “El poder actual necesita a Stalin porque es a la vez un héroe y un villano”, afirma Alexéi Levinson, sociólogo del instituto de sondeo independiente Levada.

“Ganó la guerra, así que se borran todas sus atrocidades. Lenin es el líder de una revolución mundial que nunca se produjo, de un proletariado mundial que no existe y el creador de un estado socialista que ya desapareció. De allí que Putin recurra a Stalin”, sostiene Levinson.

(Con información de AFP)

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