El arranque oficial del carnaval hizo de Rio de Janeiro una gran fiesta callejera que llega a su apogeo este domingo, con el inicio de dos noches de desfiles en el emblemático Sambódromo.

He aquí cinco cosas que hay que saber sobre esta celebración, reivindicada como “el mayor espectáculo de la Tierra”.

Las “escolas” y el Sambódromo

Aunque la atmósfera carnavalera se respira durante todo febrero, el desfile de las “escolas” en el Sambódromo centra una enorme atención.

Esa pasarela de 700 metros está flanqueada por tribunas con capacidad para 70.000 personas, con espectadores venidos de todo el mundo.

Este año desfilarán 12 escuelas, el llamado “grupo especial” que, como los clubes de fútbol, tienen hinchadas que las siguen y animan la gran noche.

También como en el fútbol, existen diferentes divisiones y las escuelas ascienden y descienden. La competencia para llegar a la cima es feroz: solo en Río hay 120.

Las tradicionales Imperatriz Leopoldinense (campeona del año pasado), Portela, Mangueira o Beija Flor son algunas de las que compiten este año por el premio mayor.

Con una producción millonaria, las escuelas avanzan al ritmo de una samba compuesta para la ocasión, que evoca temas de actualidad política y social o del pasado de Brasil.

Cada procesión tiene unas 3.000 personas, impresionantes atuendos o “fantasías” y enormes carros o “alegorías”, en cuyas alturas se contonean las “reinas” con sus coronas de plumas y lentejuelas.

Disponen de 60 a 70 minutos para seducir al jurado, que evalúa aspectos como los trajes, el desarrollo del tema, la batería y las alegorías, entre otros.

Las entradas van desde los US$ 14 hasta los US$ 400.

 Los blocos

Pero muchos consideran que el verdadero carnaval sucede lejos del Sambódromo, en los “blocos”.

Se trata de grupos, desde muy modestos hasta muy sofisticados, que convocan fiestas masivas con música en vivo y baile en plena calle y marchan en procesión.

Percusión, instrumentos de viento y creativos disfraces son indispensables. El alcohol, incluso cuando las actuaciones comienzan a las 7 de la mañana, corre a raudales.

Hay blocos para todos los gustos. Loucura Suburbana, Tá Pirando, Pirado, Pirou! y Zona Mental, por ejemplo, son de pacientes y trabajadores de hospitales de salud mental.

El Bloco del Sargento Pimenta toca temas de los Beatles. O Bésame Mucho, que toca boleros, tangos y hasta el famoso “Despacito”, todo a ritmo de samba. O El Bloco de Anitta!, la reina del funk brasileño, que visitará una decena de ciudades.

Unos 600 blocos desfilan este año en la “cidade maravilhosa”.

 El carnaval en reales

Este año el carnaval de Río recibió la mayor inversión de su historia del gobierno del estado, 62,5 millones de reales (US$ 12,5 millones). De esos, 40 millones son para las “escolas”. La Alcaldía de Rio les destinó otros 40 millones.

Unos 5.300 millones de reales (US$ 1.000 millones) entrarán en la economía local durante el carnaval, según la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), casi 20% más que en 2023.

En todo Brasil, la inyección será de 9.000 millones de reales (US$ 1.800 millones de dólares).

 Pistolas de agua, robos y eucalipto

No todo es alegría. El estado de Bahía (noreste) prohibió recientemente el uso de pistolas de agua en los festejos, luego de que se hicieran virales imágenes en las que una mujer era agredida en un bloco con chorros de agua.

Las aglomeraciones también resultan propicias para robar y en las redes sociales se multiplican las advertencias. Una víctima contó que un supuesto vendedor usaba una bandeja de golosinas para tapar sus manos mientras hurgaba bolsos y bolsillos de juerguistas.

Tampoco todo es glamur. La prefectura de Río informó que, pasados los festejos, se utilizarán 2.000 litros de esencia de eucalipto concentrada para eliminar el olor a orina de las calles.

No solo de Río vive el carnaval

Otras ciudades de Brasil también se paralizan con el carnaval.

Las autoridades estiman que 15 millones de personas se volcarán a las calles en San Pablo, donde desfilan 600 blocos.

En Belo Horizonte (Minas Gerais, sureste), serán unos 5 millones; en Recife (Pernambuco, nordeste), casi 3 millones.

Precisamente un bloco de esa ciudad -y no de Rio- ostenta un récord Guinness: el Galo da Madrugada está considerado desde 1994 “el mayor bloco de Carnaval del mundo”. El año pasado reunió a 2,5 millones de personas.

Fuente: AFP

 

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