Docenas de personas se agolparon este lunes en una playa de Nueva Zelanda durante las maniobras de recuperación de una ballena que murió luego de quedar varada cerca de la ciudad de Christchurch.

La ballena de aleta de siete metros murió en las primeras horas de la madrugada de este lunes luego de encallar en un banco de arena de un estuario cerca del suburbio Mocks Bay en Christchurch, en la costa este del país, según dice el anunció del departamento de conservación.

Daren Grover, miembro del grupo de conservación medioambiental Project Jonah, dijo a la Radio New Zeland, que “muchas personas están preocupadas. Las ballenas fascinan a la gente, especialmente una ballena de este tamaño tan cerca de la ciudad”.

Este tipo de ballenas como la encallada en la costa pueden crecer hasta los 26 metros de largo y pesar hasta 80 toneladas.

Los equipos de rescate de los guardacostas tuvieron que usar una excavadora para sacar el cuerpo del cetáceo del agua, mientras una multitud de personas se encaramaba sobre rocas al borde de la playa para tomar fotos del momento.

Desde 1840 hasta la fecha, los ecologistas registraron más de 5.000 ballenas varadas en Nueva Zelanda, aunque la originalidad de este hecho ocurrido el lunes radica en que muy pocas veces los cetáceos nadan tan cerca de Christchurch.

El director de operaciones del departamento de conservación, Andy Thompson, dijo que “es inusual para una ballena llegar hasta el estuario y no sabemos por qué esta lo hizo”.

 

(Con información de AFP)

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