Tras una serie de protestas llevadas a cabo en Cusco en contra de la privatización del santuario de Machu Picchu, el legislador peruano Luis Aragón presentó una moción de interpelación contra la ministra de Cultura de Perú, Leslie Urteaga.
En tal sentido, la ministra Urteaga deberá responder ante el Congreso de la República por la “tercerización de la venta de los boletos virtuales para el ingreso al Santuario Histórico de Machu Picchu”.
Esas entradas son vendidas a través de la plataforma web de la empresa privada Joinnus, esta acción derivó en varias acciones de calle por parte de la ciudadanía que grita “Machu Picchu no se vende”.
Pese a que el descontento social tuvo cabida dentro del Congreso de la República, varias organizaciones sociales de la ciudad de Cusco convocaron un paro general indefinido para ejercer más presión sobre la decisión de la venta de entradas al patrimonio cultural peruano.
La iniciativa del paro general indefinido es llevada por el Comité de Lucha por la Defensa del Pueblo de Machupicchu; dicho paro tuvo vigencia desde este 25 de enero a partir de las 00h00.
En el texto se menciona, entre otros fundamentos para la manifestación, el “conflicto de intereses” de la empresa involucrada en la privatización y el “caos” producido en la adquisición de boletos. “Por improvisar una plataforma de venta virtual que en nada es moderna ni funcional”, indicaron en el comunicado.
La plataforma por la cual los peruanos están tomando acciones de calle es llevada a cabo por la empresa privada Joinnus, dicha plataforma está en funcionamiento para la venta de entradas para el santuario desde el pasado 20 de enero.
La ministra de Cultura Leslie Urteaga señaló en una oportunidad que la plataforma no se trata de una privatización, sin embargo no aclaró la razón por la que una empresa privada vendía la entrada.
“Aquí estamos justamente, el rol rector del Ministerio de Cultura es proteger, cuidar nuestro santuario principal de Machu Picchu”, expresó ante la prensa.
Por su parte, el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, contestó a RPP que el Gobierno busca “transparencia” y “predictibilidad” para los visitantes de la ciudadela inca.
“Es positivo que se abra esa posibilidad de venta electrónica por el simple hecho de que cualquier turista que viene acá desde Europa o de Asia normalmente planifica su visita con dos meses de anticipación, por lo tanto, no podemos esperar que venga un turista para esperar que haga una cola e ingrese”, dijo.
Mientras los miembros del gabinete ejecutivo defienden la medida de venta de entradas, los cusqueños rechazan categóricamente la medida alegando que es una acción antipatriota.
(Con información de agencias y medios locales)