El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, justificó el despojo, hace un año, de la nacionalidad a 317 opositores y críticos de su gobierno que envió al exilio, al acusarlos de “traidores” y “vendepatria”.

En un acto de conmemoración del asesinato hace 90 años del héroe nacional general Augusto César Sandino, Ortega llamó “traidores, vendepatria, apátridas” a esos opositores que “quisieron desbaratar este país” en 2018, durante las protestas contra su gobierno que dejaron más de 300 muertos.

Ortega comparó a los opositores en el exilio con los expresidentes Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro, de inicios del siglo XX, que favorecieron la ocupación de Estados Unidos en Nicaragua (1912-1933), contra la que luchó Sandino.

“Dejaron de ser nicaragüenses (Díaz y Chamorro), como esos que han dejado de ser nicaragüenses y están ahora en los Estados Unidos y ahora son ‘yanquis’, se deben sentir muy contentos de ser ‘yanquis’,”, apostilló el mandatario nica.

“Otros están en España, se sienten españoles, muy contentos de ser españoles, ya deben hablar hasta como españoles, seguro”, afirmó.

“Eso así es, es un principio elemental: el que traiciona a su patria deja de ser de ese país, deja de tener patria y por eso se llaman apátridas a los que traicionan a su patria”, dijo Ortega, exguerrillero de la insurrección que derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979.

En febrero de 2023, el gobierno de Ortega excarceló y expulsó hacia Estados Unidos y a España a un grupo de 222 opositores presos a quienes despojó de su nacionalidad y bienes. También a otro grupo de 94 activistas, abogados y dueños de medios de comunicación.

Entre los castigados figuraron ex compañeros de armas de Ortega, quien, con 78 años, gobierna el país desde 2007 con su esposa Rosario Murillo, como líder del exguerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Entre los despojados de nacionalidad y expropiados figuran los renombrados escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli, que participaron en la insurrección popular contra Somoza, y hoy son férreos críticos de Ortega.

Un obispo, monseñor Rolando Álvarez, fue también encarcelado y despojado de su nacionalidad en 2023, pero prefirió la cárcel al exilio. En enero pasado fue excarcelado, junto a otros 16 sacerdotes y dos seminaristas, enviados a Roma bajo un acuerdo con el Vaticano.

Organismos de derechos humanos de la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países, han condenado el procedimiento de despojo de la nacionalidad a los opositores.

Estados Unidos y la UE impusieron sanciones al gobierno de Ortega, que además ha despojado de personería a centenares organizaciones, incluidos grupos de boys scouts.

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