El juez Juan Merchan anunció este lunes que el 15 de abril empezará el juicio penal contra el expresidente Donald Trump (2017-2021) en Nueva York por 34 delitos relacionados con los pagos irregulares a una actriz porno en 2016, un juicio que estaba programado para este lunes.
Trump fue en persona a la audiencia, vestido de traje azul y una corbata roja, desde donde volvió a repetir a la prensa que sus diversos juicios en Nueva York son una caza de brujas por parte de los demócratas.
“Esto es interferencia electoral y no se debería permitir que suceda”, anotó Trump, que será el primer expresidente en la historia del país que enfrenta un juicio penal.
El candidato republicano a las presidenciales señaló que este caso se habría podido presentar hace tres años y medio pero “decidieron esperar ahora, justo durante las elecciones, para que yo no pueda hacer campaña”.
El equipo de defensa del expresidente pretendía que el juez retrasara aún más su juicio.
El pasado 15 de marzo Merchan, que nació en Colombia y llegó a Estados Unidos con 6 años, aplazó 30 días un juicio que estaba previsto para hoy con la selección del jurado.
Tanto la Fiscalía de Manhattan, que ejerce la acusación en el caso, como la defensa de Trump, se habían mostrado partidarios del aplazamiento dada la gran cantidad de documentos aportados por las autoridades federales en este mes.
Los abogados de Trump previamente argumentaron que la Fiscalía de Manhattan había infringido las normas que rigen el análisis y selección de pruebas y por eso pidieron que se desestime la acusación entera o que, en su defecto, se excluyeran varios testimonios y se aplazara el juicio al menos 90 días.
En paralelo, este mismo lunes un tribunal de apelaciones de Nueva York autorizó al expresidente a pagar una fianza menor de la establecida en un principio en un caso de fraude civil.
El expresidente ahora debe pagar una fianza de 175 millones de dólares en un plazo de diez días (en lugar de 464 millones), mientras se resuelve la apelación por la sentencia que le obliga a pagar 454 millones de dólares.
Este es un importante salvavidas para el expresidente, quien, junto con algunos de sus hijos y su empresa, fue multado después de que el juez Arthur Engoron anotara que Trump y los demás acusados inflaron fraudulentamente el valor de sus activos.