La ola de protestas desatada por parte de los agricultores franceses contra la situación económica local, así como el actual cerco que están llevando adelante alrededor de París con el objetivo de bloquear los accesos terrestres a la capital de Francia, obligaron al gobierno de ese país a pedir un freno a las negociaciones por el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).

El sector denuncia la caída de los ingresos, las bajas pensiones, la complejidad administrativa, la inflación de las normas ambientales y la competencia extranjera, especialmente el acuerdo Mercosur – UE. Estos reclamos no hicieron más que recrudecer la oposición al mismo en su actual forma por parte del presidente francés Emmanuel Macron.

Según la Presidencia francesa, Macron abordará el jueves con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el acuerdo comercial y se espera que solicite el fin de la actual ronda de negociaciones.

Los agricultores franceses cumplieron su amenaza y empezaron a bloquear este lunes a bordo de tractores varias autopistas en torno a París para denunciar su situación económica, en un pulso cada vez más tenso con el gobierno, informó AFP.

En todos los puntos cardinales, el tráfico quedó perturbado en ocho autopistas alrededor de la capital de la segunda economía de la UE, con tramos cerrados a unas decenas de kilómetros de París, según el sitio web Sytadin.

Los agricultores permanecerán en estas carreteras “el tiempo que haga falta”, dijo Luc Smessaert, vicepresidente del sindicato agrario mayoritario Fédération Nationale des Syndicats d’Exploitants Agricoles (FNSEA), mientras los campesinos organizaban campamentos improvisados en la región parisina con fardos de paja, cisternas de agua y aseos portátiles. “Un poco menos de 10.000 agricultores se movilizaron” el lunes, con “cerca de 5.000 tractores”, afirmó una fuente de la Policía Nacional de Francia.

El sector consideró insuficientes las medidas anunciadas el viernes por el primer ministro Gabriel Attal, como suprimir el aumento de la tasa del diésel de uso no agrícola y ayudas a sectores en crisis.

Símbolo de la creciente presión, Macron se reunió con varios de sus ministros tras permanecer en segundo plano durante las protestas, y la vocera Prisca Thevenot adelantó que habrá nuevas medidas el martes. Attal, por su parte, se reunió este lunes con la FNSEA y Jóvenes Agricultores.

Francia perdió en 50 años tres cuartas partes de sus agricultores y ganaderos, un pollo de cada dos viene del extranjero, así como el 60% de frutas.

Más allá de Francia, la protesta agraria se ha hecho oír en varios países de la UE como Alemania, Polonia y Rumania. El domingo, agricultores belgas a bordo de tractores bloquearon una importante autopista pidiendo cambios en la Política Agrícola Común (PAC) europea.

“No es un problema de precios. Esto es un problema de costes (de producción) que nos llevan a la ruina”, dijo en la radio española Cope el líder del sindicato agrícola Asaja, Pedro Barata, avanzando protestas en España a partir de la próxima semana.

(Con información de agencias)

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