El ascenso, que se observa por segundo año consecutivo, evidencia una situación alarmante que aleja al Gobierno conservador de cumplir su promesa de erradicar la problemática antes de las próximas elecciones generales.
Según las estadísticas, unas 3.898 personas fueron encontradas durmiendo en calles y parques de Inglaterra en 2023, el mayor aumento anual desde 2015 y más del doble del número registrado en 2010, cuando comenzaron los registros.
Londres, la capital de Inglaterra y el Reino Unido, ha sido la región más afectada, experimentando un incremento del 32%, con 1.132 personas afectadas, representando casi la mitad del total nacional.
Las comunidades locales con la mayor cantidad de personas sin hogar fueron Westminster y Camden en Londres, mientras que Ealing, Redbridge y Leeds reportaron los mayores aumentos.
El Gobierno anunció una financiación adicional de unos US$ 2.220 millones para la prevención de la situación de personas sin hogar, parte de un esfuerzo más amplio que incluye un gasto de US$ 2.400 millones destinados a asistir a quienes duermen en la calle y a aquellos en riesgo de quedarse sin vivienda.
“Si bien hemos logrado buenos avances y la cantidad de personas en situación de calle sigue estando por debajo de los niveles prepandémicos, queda más trabajo por hacer para cumplir nuestra ambición de ponerle fin por completo a la problemática”, expresó un portavoz del Departamento de Nivelación, Vivienda y Comunidades.
En este contexto, la estación de subte de Paddington, en Londres, se ha convertido en un refugio para aquellos sin techo, y alrededor de 40 personas duermen ahí cada noche, según informó la emisora pública británica BBC.
Con un aumento de casi una cuarta parte en el número de mujeres y un incremento del 87,7% en el número de ciudadanos no comunitarios durmiendo en las calles, las organizaciones humanitarias advierten sobre “la urgencia de abordar el problema desde múltiples frentes”.
Los observadores señalan que la mayor parte de los personas en situación de calle son refugiados que no tienen alojamiento y que fueron autorizados a permanecer en el Reino Unido. Además, señalan que la decisión de evitar el costo que supone alojarlos en hoteles llevó a un incremento de la demanda de apoyo por parte de consejos locales y organizaciones benéficas.
Fiona Colley, directora de cambio social de la organización benéfica Homeless Link, dijo al diario The Guardian, que “todos merecen un lugar seguro donde vivir y el apoyo que necesitan para conservarlo”. Según Folley, “el terrible aumento en el número de personas que duermen en la calle indica una situación que está fuera de control y exige medidas de emergencia”.
(Con información de agencias)