El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió el domingo que cualquier respuesta “temeraria” de Israel a su inédito ataque con misiles y drones lanzado la noche del sábado conllevará una respuesta militar mucho “más fuerte”.

La República Islámica lanzó el sábado su primer ataque directo contra Israel, marcando una importante escalada del conflicto entre los dos enemigos regionales y con la guerra entre el ejército israelí y los combatientes de Hamás en la Franja de Gaza como telón de fondo.

Teherán había amenazado en repetidas ocasiones con responder al bombardeo contra su consulado en Damasco el 1 de abril, un ataque que imputó a Israel y en el que murieron siete Guardianes de la Revolución, incluido dos generales. 

Estados Unidos también había advertido de la inminencia de la respuesta iraní que, según el ejército israelí, implicó el lanzamiento de 300 drones y misiles contra su territorio.

El ataque, el primero que Irán realiza contra Israel desde su territorio, dejó 12 heridos, según el cuerpo armado. Entre los heridos hay una niña de siete años de la localidad israelí de Arad, que fue trasladada a cuidados intensivos, según el centro médico que la recibió.

El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, precisó que 99% de los drones y misiles fueron interceptados con la ayuda de Estados Unidos, Jordania y otros aliados. “El ataque iraní fue frustrado”, aseguró.

Raisi, el dirigente iraní, advirtió el domingo que “si el régimen sionista [de Israel] o sus aliados” demostraban un “comportamiento temerario”, recibirán “una respuesta decisiva y mucho más fuerte”.

La agresión coincide además con el rechazo de Hamás, según el Mosad israelí, de una nueva propuesta de alto el fuego en Gaza, presentada por Catar, Egipto y Estados Unidos, que también permita liberar a los rehenes retenidos en el territorio palestino.

El ataque fue condenado por muchos países y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia este domingo para tratar esta “escalada grave y peligrosa”.

Los jefes de Estado y de gobierno del G7 mantendrán una videoconferencia este domingo por la tarde “para hablar sobre el ataque iraní contra Israel”, anunció el gobierno italiano, que actualmente preside el grupo de principales potencias occidentales.

Situación “aterradora”

Antes del ataque, el ejército israelí había advertido que Teherán “sufrirá las consecuencias de su decisión de agravar la situación”.

Los Guardianes de la Revolución interceptaron el sábado un barco “vinculado” a intereses israelíes en el estrecho de Ormuz con 25 tripulantes a bordo, poniendo a toda la región en alerta.

Paralelamente a la agresión, el Hezbolá libanés y los rebeldes hutíes de Yemen, ambos aliados de Irán, llevaron a cabo sus propios ataques contra Israel.

Una fuente del movimiento libanés indicó a la AFP que un bombardeo israelí había alcanzado un edificio del grupo en el este del país, sin dejar víctimas.

Periodistas de la AFP afirmaron haber oído varias explosiones en Jerusalén la madrugada del domingo, mientras los habitantes buscaban refugiarse y hacían acopio de agua.

“La situación es realmente aterradora”, declaró Ayala Salant, de 48 años, a la AFP. 

Israel, Irak, Jordania y Líbano reabrieron sus espacios aéreos tras cerrarlos durante el ataque. El gobierno jordano, país vecino de Israel, informó que había interceptó “objetos voladores” en su espacio aéreo durante la agresión.

La “operación Promesa Honesta” alcanzó “todos sus objetivos”, celebró el jefe de las fuerzas armadas iraníes, Mohammad Baghari, precisando que el ataque apuntó contra un centro de inteligencia y una base aérea que, según Teherán, sirvió para los cazas F-35 que bombardearon su consulado en Siria.

Miles de personas se congregaron en las principales ciudades Irán para apoyar el ataque. En Teherán, cientos de personas se reunieron en la Plaza Palestina ondeando banderas iraníes y palestinas y coreando consignas contra Estados Unidos e Israel.

Del Papa a la ONU: las reacciones ante el ataque

Desde El Vaticano, el papa Francisco lanzó un “llamado urgente” para detener “una espiral de violencia” susceptible de “arrastrar a Oriente Medio a un conflicto aún mayor”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó el ataque y reafirmó en la red X que el compromiso con la seguridad de Israel era “férreo”

La misión iraní ante la ONU llamó a Estados Unidos a “mantenerse al margen” de su conflicto con Israel.

La Unión Europea condenó el ataque y lo calificó de “escalada sin precedentes”.

Teherán convocó a los embajadores de Francia, Reino Unido y Alemania por “las posiciones irresponsables de algunos funcionarios de esos países respecto a la respuesta de Irán”.

En América Latina, Argentina, Chile y Uruguay condenaron la agresión y expresaron su preocupación por la escalada de tensiones. Brasil y México instaron a la “contención”.

Venezuela, a su vez, culpó del deterioro de la situación en Oriente Medio al “genocidio en Palestina y la irracionalidad del régimen israelí, así como la inacción” de la ONU.

China, en tanto, llamó “a la comunidad internacional (…) a desempeñar un papel constructivo por la paz y la estabilidad en la región”. Y Rusia, pidiendo moderación, instó a los países de la región a “encontrar una solución a los problemas existentes”.

La escalada se produce con el telón de fondo de la guerra entre Israel y Hamás, movimiento apoyado por Irán y en el poder en la Franja de Gaza.

La guerra estalló cuando combatientes del movimiento islamista palestino mataron a unas 1.170 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.

También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.

En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una implacable ofensiva que ya dejó 33.729 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.

AFP

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