Isfahán, uno de los blancos de Israel en una represalia no confirmada oficialmente, es la tercera ciudad más grande de Irán, después de Teherán y Mashhad. Tiene dos millones de habitantes y es uno de los lugares más visitados por turistas en ese país. Además, alberga tres reactores nucleares.
En febrero de este año, Mohammad Eslami, el jefe del Centro de Energía Atómica iraní, anunció que habían comenzado a construir un cuarto reactor en esa ciudad. El nuevo reactor de diez megavatios tendrá varios usos, como pruebas de combustibles y materiales nucleares, y la producción de radioisótopos y radiofármacos para el tratamiento de algunas enfermedades. En Isfahán se encuentra el centro nuclear de investigaciones. Irán tiene una sola planta nuclear en el sur y anticipó que construirá otra.
“Hoy iniciamos los cimientos para la fundación del reactor en Isfahán”, dijo Eslami el 5 de febrero, según informó la agencia estatal IRNA.
La agencia de noticias estatal de Irán IRNA reportó que las defensas antiaéreas dispararon en una importante base aérea en Isfahán, que desde hace años alberga la flota iraní de aviones de combate F-14 Tomcats de fabricación estadounidense, adquiridos antes de la Revolución Islámica de 1979.
Por su parte, la agencia de noticias semioficial Tasnim publicó más tarde un video de uno de sus reporteros que decía estar en Zerdenjan, una zona al suroeste de Isfahán, cerca de su “montaña de energía nuclear”. Las imágenes mostraban dos posiciones diferentes de cañones antiaéreos y los detalles de la grabación coincidían con detalles conocidos de la ubicación de la Instalación de Conversión de Uranio en Isfahán.
Las instalaciones en Isfahán gestionan tres pequeños reactores de investigación suministrados por China, además de la producción de combustible y otras actividades del programa nuclear civil iraní.
En Isfahán también hay sitios relacionados con el programa nuclear iraní, como la planta subterránea de enriquecimiento de Natanz, que ha sido blanco de presuntos sabotajes israelíes en varias ocasiones.
La televisión estatal dijo que todos los sitios nucleares de la zona eran “completamente seguros”. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de Naciones Unidas, señaló que “no hubo daños en las instalaciones nucleares iraníes” tras el presunto ataque.
El general Siavosh Mihandoost, un comandante del ejército local, declaró en la televisión estatal que el incidente “no causó daños” en los alrededores de Isfahán.
La ciudad también se destaca por su gran variedad de edificios notables de arquitectura persa, según el sitio oficial de turismo. Uno de los lugares más emblemáticos es Naqsh-e Jahan Square, en el centro de Isfahán, una plaza con 400 años de historia construida en un radio de 89,600 metros. Alrededor se encuentran las mezquitas Jame Abbasi, Lotfollah y el Palacio Ali Qapu. También está el Gran Bazar de Isfahán, donde se pueden encontrar todo tipo de tiendas.
Isfahán está ubicada entre las montañas Zagros a una altitud de 1600 metros sobre el nivel del mar con un clima continental. Según la página oficial de turismo, se pueden experimentar “las cuatro estaciones, con veranos calurosos e inviernos muy fríos”.
Programa nuclear
El programa nuclear iraní avanzó rápidamente hasta producir uranio enriquecido a niveles casi de armamento desde el colapso de su histórico acuerdo con las potencias internacionales después de que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retirara a Washington del pacto en 2018.
Aunque Teherán insiste en que su programa tiene fines pacíficos, las naciones occidentales y el OIEA sostienen que la República Islámica llevó a cabo un programa secreto de armas militares hasta 2003. La agencia de la ONU advirtió además que el país ahora tiene suficiente uranio enriquecido para construir varias armas nucleares si así lo decide, aunque la comunidad de inteligencia estadounidense sostiene que actualmente no está buscando activamente una bomba.
Con información de AFP y AP.