miles de pequeños agricultores decidieron seguir adelante con su marcha sobre Nueva Delhi tras el fracaso de las conversaciones con el gobierno en procura de precios sostén para todos sus cultivos.
Las protestas se producen en un momento crucial para el país, donde se celebrarán elecciones nacionales en los próximos meses y se espera que el partido Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro Narendra Modi consiga un tercer mandato consecutivo.
Los agricultores comenzaron su protesta la semana pasada, pero fueron detenidos a unos 200 kilómetros de la capital en intento por impedir el renovado el movimiento de protesta que hace poco más de dos años acampó en las afueras de la ciudad durante casi 12 meses.
En esa oportunidad, los agricultores levantaron tiendas de campaña, compraron suministros de alimentos y resistieron en su sentada hasta que obligaron a Modi a derogar leyes agrícolas recién sancionadas, lo que representó un importante revés político para el gobierno, que estableció un panel de agricultores y funcionarios para encontrar formas de garantizar precios de apoyo.
En esta ocasión, las autoridades han bloqueado las carreteras de acceso a Nueva Delhi con bloques de cemento, contenedores de metal, alambre de púas e hierros para impedir la entrada de los agricultores, que llegaron a las barricadas con topadoras y excavadoras para intentar abrirse paso.
La semana pasada, los agricultores habían detenido su protesta y se habían refugiado cerca de la ciudad de Shambhu, próxima a la frontera entre los estados norteños de Punjab y Haryana, mientras los sindicatos entablaban conversaciones con los funcionarios del gobierno.
Tras una tensa discusión, los líderes sindicales rechazaron una propuesta del gobierno que les ofrecía contratos de cinco años con precios garantizados para un conjunto de determinados cultivos, incluidos el maíz, algunos cereales, legumbres y algodón, lo que derivó en que los agricultores retomaran la marcha.
Si bien el gobierno protege a los productores contra cualquier caída brusca de los precios agrícolas anunciando un precio de compra mínimo para ciertos cultivos esenciales al comienzo de la temporada de siembra, los agricultores exigen que el mecanismo se extienda a todos los productos y reclaman, además, que el gobierno cumpla con su promesa de duplicar sus ingresos.
Los productores también exigen un perdón de las deudas contraídas con los bancos, en un contexto en el que los medios locales reportan miles de suicidios todos los años de campesinos debido a la pobreza, el endeudamiento y la pérdida de cosechas, afectadas por patrones climáticos cada vez menos predecibles.
La protesta de los pequeños productores es seguida muy de cerca por el gobierno y la oposición, ya que conforman un influyente bloque electoral, que ha recibido un contundente apoyo de varios sindicatos, que amenazan con una huelga rural en todo el país en demanda de aumentos salariales y mejores condiciones laborales.
(Con información de agencias)