La Unión Europea (UE) ha sido afectada por crecientes necesidades financieras, en medio de una serie de riesgos geopolíticos que llevaron a una necesidad apremiante de desmantelar las restricciones nacionales a la supervisión del mercado de capitales. Además, son imperativas las reformas de los productos de ahorro y los regímenes de insolvencia.

Los ministros de Economía de la UE no coinciden en relación con las propuestas para racionalizar la regulación de los mercados de capitales nacionales, con el objetivo de armonizar sistemas divergentes y promover la inversión privada en sectores vitales como la defensa.

Debido a diversas regulaciones y barreras del mercado entre los Estados miembro, el bloque se está concentrando en la supervisión, en los productos de ahorro y en las reglas de insolvencia para promover la mitigación de riesgos y agilizar los procesos para empresas e inversionistas.

Las acciones del bloque son impulsadas por sus perspectivas sombrías, a medida que sus principales economías enfrentan desafíos como inflación elevada, el aumento de los costos de la energía y la desindustrialización debido al alineamiento con las sanciones antirrusas lideradas por Estados Unidos que, inadvertidamente, resultaron contraproducentes, perjudicando especialmente al bloque de 27 miembros. En consecuencia, la UE enfrenta presiones financieras crecientes y mayores riesgos geopolíticos.

Los ministros de Economía de la UE están considerando propuestas del Eurogrupo para promover la unidad de los mercados de capitales en los próximos cinco años. El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, observó el desacuerdo entre los Estados miembros sobre el nivel de ambición necesario para establecer un cuadro de supervisión común, un aspecto fundamental de la agenda del bloque, que deberá concluir en marzo.

El Eurogrupo representa la asamblea de los ministros de Economía de la zona euro, compuesta por los Estados miembros de la UE que adoptaron el euro como moneda. Con 20 miembros, realiza reuniones informales para supervisar la dirección política de la moneda y gestionar aspectos de la unión monetaria de la UE, incluido el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

“Europa está perfectamente consciente en este momento de la necesidad de ser capaz de mantenerse firme e independiente en los próximos años”, dijo Donohoe. “Realmente sentí, en varias discusiones recientes, que ahora es una necesidad, la forma en que podemos fortalecernos”, observó el presidente del Eurogrupo.

Sin embargo, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, expresó su descontento con el ritmo del progreso en el establecimiento de una unión de mercados de capital para el bloque. Recomendó avanzar con tres o cuatro países de apoyo para lograr una mayor ambición en la supervisión conjunta, en lugar de negociar un acuerdo entre los 27 Estados miembros, reintroducir la titulización del mercado y lanzar un producto de ahorro para toda la UE.

Según fuentes familiarizadas con el asunto, los Países Bajos y España apoyaron la iniciativa de Francia. Sin embargo, se inclinan por un acuerdo paneuropeo, pero están dispuestos a explorar otras posibilidades.

(Con información de agencias)

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