El presidente francés, Emmanuel Macron, dio este domingo el pistoletazo de salida a las conmemoraciones del 80º aniversario de la liberación de Francia en el penúltimo año de la Segunda Guerra Mundial, que culminarán en junio con el desembarco de Normandía.

El jefe de Estado celebró el inicio de las conmemoraciones desde la meseta montañosa de Glieres, en los Alpes, que fue un importante centro de la resistencia francesa contra los nazis.

De enero a marzo de 1944, 465 combatientes de la resistencia se reunieron en Glieres para recibir armas lanzadas desde aviones para preparar el desembarco de los aliados en el sur de Francia en agosto de 1944, un segundo frente que sucedería al que se abriría en Normandía en junio de ese año.

Pero el ejército alemán atacó al grupo de resistentes a finales de marzo y dos tercios de sus miembros fueron tomados como prisioneros o asesinados. Nueve desaparecieron y 16 murieron tras ser deportados.

Durante la ceremonia, Macron recordó el eslógan de los resistentes, “vivir libre o morir”, e hizo un guiño a la invasión rusa de Ucrania. Esta guerra “debe cesar”, insistió.

En el acto rindió también homenaje a la diversidad de la resistencia y recordó que la “tragedia francesa” fue que “no hubo de un lado franceses y del otro nazis”. 

Al contrario, “franceses encarcelaron a franceses, franceses asesinaron a franceses”, subrayó.

 

“Sobrevivencia”

 

El mandatario se desplazará después a un refugio de la localidad de Izieu, en el sureste, donde 44 niños judíos de 4 a 12 años fueron agrupados por la Gestapo junto a sus siete instructores, también judíos, el 6 de abril de 1944.

El allanamiento fue efectuado por órdenes de Klaus Barbie, recordado como el “Carnicero de Lyon”.

Barbie huyó a Sudamérica tras la guerra pero en 1983 fue extraditado de Bolivia a Francia y en 1987 fue sentenciado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad. Murió encarcelado en 1991.

Todas las víctimas de Izieu fueron deportadas a los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia, o Reval en Estonia. Solo un instructor sobrevivió.

Macron reiterará en Izieu que “la única base del antisemitismo es el odio”, según el Elíseo, en un momento en que Francia sufre un resurgimiento del antisemitismo desde el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre y la respuesta del ejército israelí en Gaza.

Entre mayo de 1943 y abril de 1944, la colonia Izieu fundada por Sabine Zlatin, un combatiente de la resistencia judía de origen polaco, recibió a unos 100 niños cuyos padres habían sido deportados. 

Hasta el allanamiento había permanecido relativamente sin problemas.

“Íbamos a la escuela, teníamos una vida tranquila”, aunque los adultos sabían que “se estaba volviendo más y más peligroso”, contó Bernard Waysenson, quien llegó en el verano de 1943 con su hermano y hermana. Salieron en noviembre de ese año para reunirse con su familia.

Al igual que él, otros siete exresidentes estarán en las conmemoraciones organizadas por el museo inaugurado hace 30 años.

“El recuerdo que tengo de la guerra es sobre todo nuestra sobrevivencia”, dijo Waysenson a AFP.

El evento celebrará “el compromiso de quienes enfrentaron al nazismo al saludar a las víctimas de la persecución, y de quienes (…) llevaron a la justicia al verdugo Klaus Barbie”, indicó la presidencia francesa.

Las conmemoraciones de este año tendrán su punto culminante en las ceremonias de los 80 años del desembarco de junio en Normandía, con la presencia de varios gobernantes del mundo, incluido el presidente estadounidense, Joe Biden.

En agosto se conmemorará la liberación de París de la ocupación nazi en 1944.

Con información de Agencias

Exit mobile version