La ya frágil unidad de la oposición venezolana quedó golpeada el martes tras la postulación a las elecciones presidenciales de Manuel Rosales, exrival de Hugo Chávez, sin contar con el apoyo expreso de la líder María Corina Machado, fundamental para tener chance de ganar.

Rosales, gobernador del petrolero estado de Zulia (oeste) y candidato presidencial en 2006, formalizó su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el último minuto, de forma dramática pasada la medianoche, cumplidos los cinco días de plazo para presentar postulaciones a través de un sistema automatizado, al que la oposición denunció se le bloqueó el acceso todo ese tiempo.

No están aún claras las condiciones que permitieron al partido inscribir la candidatura de este dirigente de 71 años, Un Nuevo Tiempo (UNT), que convocó a una rueda de prensa también para el martes.

La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que integra UNT y tiene su propia boleta electoral, terminó sin poder inscribir a Corina Yoris, una académica de 80 años nominada por Machado para representarla en la elección ante una inhabilitación por 15 años que le impide concurrir.

“Mi candidata es Corina Yoris”, insistió Machado a periodistas. “Lo que advertimos durante muchos meses terminó ocurriendo: el régimen escogió a sus candidatos”. 

“El régimen se quitó la careta y se puso en evidencia con sus cómplices para cerrar esta vía electoral”, insistió sin hacer referencia directa a Rosales.

La PUD no se ha pronunciado sobre la candidatura inscrita. Según Machado, se encuentra reunida evaluando los acontecimientos de las últimas horas.

Eugenio Martínez, periodista y experto en temas electorales, explicó a la AFP que el CNE, acusado de servir al chavismo, puede abrir un lapso de entre 12 y 48 horas para que la PUD “negocie y postule un candidato”. No hay anuncio oficial al respecto.

 

“Peor escenario”

 

Maduro, que aspira a un tercer período que lo proyecta a 18 años en el poder, inscribió su candidatura el lunes con bombos y platillos y sin ninguna restricción.

“Se los juro (…), el 28 de julio, día del cumpleaños número 70 del comandante Chávez, les vamos a volver a ganar”, dijo el gobernante ante una multitud en una tarima en las proximidades del organismo electoral después de oficializar su aspiración.

La mayoría de las encuestas coincide en que ocho de cada 10 venezolanos quiere un cambio, y ubican a Maduro con una popularidad de entre 15% y 20%. Dividir el voto opositor es clave para sellar una victoria.

“Maduro sabe que el pierde frente a cualquier candidato opositor que logre la unidad y levante los ánimos de participación ciudadana”, explicó a la AFP el analista político Yoel Lugo. “El peor escenario para la oposición es mantener el tono de crispación interna (…) aunado con la división y desmoralización del voto”.

Además de Maduro y Rosales, se postuló el exrector electoral Enrique Márquez, que integró la PUD pero ahora se dice independiente, junto a otros nueve candidatos que se presentan como antichavistas, aunque tachados por la oposición tradicional de “alacranes”, término usado en Venezuela para nombrar a “colaboracionistas” del partido de gobierno.

El CNE tiene ahora la última palabra tras los lapsos para impugnaciones. Debe aprobar las candidaturas y Amoroso anunció que este martes se informará el balance de las postulaciones recibidas.

Maduro denunció que dos hombres armados a los que vinculó al partido de Machado, Vente Venezuela, fueron detenidos tras infiltrarse en la concentración del chavismo con el plan de asesinarlo; lo que esa agrupación calificó de “infundada acusación”. La fiscalía adelantó que serán imputados por terrorismo y tentativa de magnicidio.

Siete dirigentes del partido han sido arrestados en los últimos días y el Ministerio Público emitió órdenes de captura contra otros siete. 

Con información de Agencias

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