En una inusual declaración crítica pública, un alto enviado de Estados Unidos a Medio Oriente para cuestiones humanitarias dijo que Israel no ha presentado pruebas específicas para su afirmación de que Hamas está desviando la ayuda de la ONU, y que sus recientes asesinatos selectivos de comandantes de la policía de Gaza que salvaguardaban convoyes de camiones han hecho que sea “prácticamente imposible” distribuir los productos de manera segura.

David Satterfield, exembajador en Turquía y actual enviado especial de la administración Biden para Oriente Medio, dijo que, con la partida de las escoltas policiales tras los ataques israelíes, las bandas criminales apuntan cada vez más a los convoyes de camiones que transportan la ayuda que tanto se necesita. Dijo también que la anarquía y las protestas permanentes de israelíes en los puntos de entrada por parte de quienes se oponen a la entrada de ayuda a Gaza han interrumpido la entrega.

“Estamos trabajando con el gobierno y el ejército israelís para ver qué soluciones se pueden encontrar aquí porque todos quieren que la asistencia continúe”, dijo Satterfield este viernes al Carnegie Endowment for International Peace. Una solución “requerirá algún tipo de escolta de seguridad para ingresar”.

Satterfield dijo que los funcionarios israelíes no han presentado “pruebas específicas de desvío o robo” de la asistencia de la ONU, pero que los militantes tienen sus propios intereses en utilizar “otros canales de asistencia… para determinar dónde y a quién va la asistencia”.

Estados Unidos había dicho que la ayuda que llega a Gaza es lamentablemente inadecuada. Más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza están hacinados en la ciudad sureña de Rafah, en la frontera con Egipto, tras haber atendido las órdenes de evacuación israelíes. Sin embargo, ningún lugar es seguro, ya que Israel también lleva a cabo ataques aéreos en Rafah.

La ofensiva aérea y terrestre de Israel, desencadenada por el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, ha matado a casi 29.000 palestinos, según las autoridades sanitarias del enclave dirigido por Hamás. Ha causado una destrucción generalizada, ha desplazado a alrededor del 80% de la población y ha provocado una crisis humanitaria.

Los residentes del área de Rafah dicen que es común que grupos de niños y adolescentes intenten detener los camiones cuando ingresan a Gaza y agarrar suministros.

Este viernes, la policía abrió fuego después de que una multitud cargara contra un camión de ayuda que había salido del cruce de Rafa con Egipto. Wael Abu Omar, portavoz de la Autoridad de cruces local, dijo que una persona murió.

Israel ha alegado repetidamente que Hamas está desviando ayuda, incluido combustible, después de ingresar a Gaza, afirmación negada por las agencias de ayuda de la ONU. La semana pasada, un ataque aéreo israelí contra un automóvil mató a tres altos comandantes de la policía en Rafah, el primer punto de entrada para la entrega de ayuda. Otros dos agentes murieron en otro ataque.

La fuerza policial está controlada por el Ministerio del Interior dirigido por Hamás, pero Satterfield señaló que también incluye a aquellos que se unieron antes de que Hamás se apoderara de Gaza en 2007.

(Con información de agencias)

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