Pakistán e Irán acordaron ampliar la cooperación en materia de seguridad y se comprometieron al mutuo respeto de la soberanía e integridad territorial en un intento por reparar los lazos bilaterales luego de los ataques que ambos países lanzaron contra grupos armados que operan de uno y otro lado de la frontera, y que dejaron al menos 12 civiles muertos.

“Todos los canales están operativos y podemos plantear cualquier problema o malentendido que se pueda generar entre nuestros países para resolverlo con rapidez”, dijo el canciller pakistaní, Jalil Abbas Jilani, durante una conferencia conjunta con su homólogo iraní, Hossein Amir Abdollahian.

Los ministros mantuvieron conversaciones en Islamabad, la capital paquistaní, días después de los ataques cruzados con misiles contra objetivos que los dos países identificaron como “grupos terroristas”, incidentes que se registraron a mediados de enero y aumentaron las preocupaciones sobre una mayor inestabilidad en la región.

Las dos naciones musulmanas y vecinas tuvieron una historia de relaciones complejas, pero los ataques con misiles fueron los incidentes más graves en años, contexto en el que tanto Teherán como Islamabad acordaron luchar contra el terrorismo en sus respectivas áreas y establecer un sistema de consultas a nivel de sus respectivas cancillerías.

“Consideramos la seguridad de Pakistán, un país hermano, amigo y vecino de Irán, como la seguridad de la República Islámica de Irán y la seguridad de toda la región”, dijo Abdollahian, al tiempo que enfatizó que los dos países nunca tuvieron diferencias territoriales o guerras.

“A través de la cooperación conjunta entre Teherán e Islamabad, no permitiremos que los terroristas pongan en peligro y amenacen la seguridad de las dos naciones”, agregó Abdollahian, quien adelantó que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, pronto visitará Pakistán.

Las relaciones entre ambos países se habían deteriorado después de los ataques con misiles, lo que determinó que Pakistán retirara a su embajador en Teherán y no permitiera que su homólogo iraní regresara a Islamabad, además de cancelar todos los compromisos diplomáticos y comerciales de alto nivel.

La tensión entre ambos países alcanzó un punto máximo de tensión cuando Islamabad atacó con misiles bases del separatista Frente de Liberación Baluchi en la provincia iraní de Sistán-Baluchhistán y Teherán respondió también atacando con misiles a grupos militantes del grupo Jaish al Adl en la región pakistaní de Baluchistán, dos áreas ricas en minerales y en gran medida subdesarrolladas.

Irán y Pakistán fueron cautelosos durante mucho tiempo con los grupos armados en sus zonas fronterizas, y según los analistas las presiones políticas internas, así como el desbordamiento de la guerra de Israel con Hamás en Gaza, los empujaron al borde de la ruptura.

 

(Con información de agencias)

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