El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó reducir la cantidad de tareas escolares que reciben los estudiantes rusos, según informa el lunes el Kremlin en su página web.

“La reducción del tiempo real dedicado a hacer los deberes” busca crear una carga educativa que sea “equilibrada” y “provechosa” para el estudiante, señala.

Putin también exige recortar el número de pruebas y exámenes que persiguen valorar a lo largo del año escolar el conocimiento de los estudiantes en una asignatura en concreto.

En el año de la familia, consideró mucho más importante promover “las relaciones interdisciplinarias” y mejorar la coherencia entre los programas educativos y los materiales que se incluyen en los exámenes finales.

Tradicionalmente, los escolares rusos tienen que invertir varias horas en completar las tareas, carga que ha sido criticada por igual por padres y expertos.

El presidente encargó a las autoridades competentes presentar el correspondiente informe antes del 1 de diciembre en el marco de los planes nacionales que presentó a finales de febrero en su discurso sobre el estado de la nación.

En los últimos años, Putin insistió en la necesidad de intensificar la educación patriótica de los niños, terreno en el que el Estado multiplicó varias veces el presupuesto desde que comenzó la guerra en Ucrania.

Para ello, introdujo clases de aleccionamiento patriótico y ceremonias de izado de la bandera; creó la figura del consejero del director, visto por sus detractores como un comisario político, y financió la fundación de agrupaciones juveniles.

Además, las autoridades anunciaron nuevos cursos de “preparación militar inicial” de un total de 140 horas para los escolares de 17 y 18 años, y reescribieron los manuales de historia para los dos últimos cursos de la educación secundaria, retirando casi toda crítica al dictador soviético lósif Stalin e introduciendo un capítulo especial sobre la actual campaña militar en Ucrania.

Algunas organizaciones de profesores instaron a los padres de alumnos a boicotear lo que llamaron abiertamente “proyecto ideológico” del Kremlin, ya que promueve que el principal ideal para un ruso sea servir a la patria, “a menudo con las armas en las manos”.

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