La ciudad rusa de San Petersburgo conmemoró este sábado el 80º aniversario del fin del sitio de las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial con una serie de eventos conmemorativos a los que asistieron el presidente ruso Vladimir Putin y aliados cercanos.

El líder del Kremlin depositó flores en un monumento a los defensores soviéticos caídos de la ciudad, entonces llamada Leningrado, a orillas del río Neva, y luego en el cementerio de Piskarevskoye, donde están enterradas cientos de miles de víctimas del asedio nazi.

Putin estuvo acompañado por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en Gatchina, una ciudad en las afueras de San Petersburgo que alguna vez albergó campos para prisioneros de guerra soviéticos, para la inauguración de una estatua que conmemora a los civiles asesinados durante el ataque nazi.

El Ejército Rojo rompió el bloqueo de casi dos años y medio después de feroces combates. Las estimaciones sobre el número de muertos varían, pero los historiadores coinciden en que más de un millón de residentes de Leningrado murieron de hambre o de bombardeos aéreos y de artillería durante el asedio.

Putin nació y creció en Leningrado, y su padre, veterano de la Segunda Guerra Mundial, fue herido en los combates en defensa de la ciudad.

Irina Zimneva, sobreviviente del bloqueo, de 85 años, le dijo a The Associated Press que todavía la atormentan los recuerdos de las pequeñas raciones de comida distribuidas a los residentes durante el mortal invierno de 1941-1942. Cada uno de los miembros de su familia recibía 125 gramos de pan al día y la madre de Zimneva le suplicaba que tuviera paciencia mientras rogaba por más.

Cuando los soldados nazis rodearon Leningrado el 8 de septiembre de 1941, Zimneva tenía más de 40 familiares en la ciudad, dijo. Sólo 13 de ellos vivieron para ver la ruptura del asedio.

Antes de las conmemoraciones del aniversario, se instaló una exposición al aire libre en el centro de San Petersburgo para recordar a los residentes algunos de los momentos más desgarradores de la historia de la ciudad.

La exhibición, Calle de la vida, muestra un apartamento típico de la época del bloqueo, con una estufa en el centro de una habitación, ventanas cubiertas con mantas para ahorrar calor y restos de muebles utilizados para encender leña. Los visitantes también pueden mirar el interior de un aula de esa época y ver réplicas de tranvías y ambulancias de principios de la década de 1940.

Para los residentes mayores, estos son recordatorios conmovedores de una época en la que la vida normal había sido suspendida, con fuertes bombardeos que destruyeron en gran medida la red de transporte público de la ciudad, mientras la muerte y las enfermedades se propagaban por sus calles.

La Segunda Guerra Mundial, en la que la Unión Soviética perdió aproximadamente 27 millones de personas, es un eje de la identidad nacional de Rusia. En la Rusia actual, los funcionarios se enfurecen ante cualquier cuestionamiento del papel de la URSS, particularmente en las últimas etapas de la guerra y después de ella, cuando el Ejército Rojo tomó el control de vastas zonas de Europa central y oriental.

(Con información de agencias)

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