La tensión diplomática entre Guyana y Venezuela por la disputa territorial sobre el Esequibo, la seguridad en el castigado Haití y los créditos de carbono son algunos de los puntos clave de la cumbre de jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), reunidos desde el domingo en Georgetown.

El bloque caribeño, en su mayoría anglófono y culturalmente más alejado del resto de países de América Latina, se reúne en la capital guyanesa hasta el miércoles, día en que llegará el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva como “invitado especial”.

El presidente saliente de la Caricom, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, celebró con “inmenso orgullo” el resultado de la reunión de diciembre pasado entre los mandatarios de Venezuela y Guyana, Nicolás Maduro e Irfaan Ali, para garantizar la paz ante el temor regional por un conflicto en torno de la pugna por la soberanía del Esequibo.

“Lo que conseguimos como grupo cuando nos reunimos en San Vicente y las Granadinas para abordar con madurez las tensiones entre dos hermanos es un hecho destacable”, señaló Skerrit en su discurso durante la ceremonia inaugural.

“Fuimos noticia internacional, no por los disturbios, la guerra o la violencia, sino por acoger unas deliberaciones maduras y proactivas que crearon un modelo que otros en el mundo harían bien en seguir”, añadió el mandatario.

Desde el pacto de no agresión, la tensión ha fluctuado entre la calma actual y la movilización de tropas por la presencia de un buque de guerra enviado por el Reino Unido en “maniobras de rutina”. Ahora, se espera que Lula da Silva, también protagonista en la mediación entre ambos países, aborde el tema durante su participación en la cumbre regional.

Por su parte, Ali, que asumirá al finaliza la reunión la presidencia rotativa de la Caricom, exhortó a invertir en “la seguridad de la región” y pidió apoyo para esto a Estados Unidos, aliado de Georgetown y enemigo jurado de Caracas.

Los líderes del bloque destacaron también la inestabilidad en Haití, el país más pobre de la región, en medio de una grave crisis política, de seguridad y humanitaria, con bandas armadas que han tomado el control de zonas enteras.  “Necesitamos ayudar a Haití ayer”, insistió Skerrit. “Necesita el apoyo de todo el mundo”, agregó el jefe de Estado.

“Estamos comprometidos como región a garantizar que el pueblo de Haití también pueda desarrollar todo su potencial en paz, seguridad y buen gobierno”, dijo Ali, al destacar las reuniones realizadas por el grupo para analizar la situación en la nación antillana.

Haití espera la llegada de una fuerza policial multinacional para ayudar con la seguridad, al tiempo que crece la presión política sobre el primer ministro Ariel Henry. El país está sin presidente desde el asesinato en 2021 del mandatario Jovenel Moise y desde 2016 no se han vuelto a realizar elecciones.

Hace tres semanas, miles de personas protestaron pidiendo la salida de Henry y el cumplimiento de un calendario de transición de poder acordado en 2022, situación que también formará parte de la agenda de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se reúne a partir del 1 de marzo en San Vicente y las Granadinas.

Por otra parte, Guyana, cuya superficie está compuesta de 89% de bosques vírgenes, comprometió para la Caricom US$ 2 millones de los US$ 750 vendidos en créditos de carbono al grupo estadounidense Hess, anunció. A ese monto se suman otros US$ 3 millones de la petrolera ExxonMobil, responsable de la explotación petrolera en ese país y protagonista en la pugna con Venezuela.

“Los fondos serán destinados a proyectos sostenibles para aumentar la resiliencia y mejorar la productividad a dentro de la región, incluida la seguridad alimentaria”, señaló el mandatario.

Ali indicó que uno de los objetivos del Caribe es acabar con el hambre y la desnutrición, que afectan a casi 45 millones de personas, el 57% de la población, para 2030, al tiempo que anunció proyectos agropecuarios junto a socios internacionales, incluido Brasil.

Alí, además, hizo una exhortación a eliminar los aranceles en el Caribe. “Somos muy pequeños para estar compitiendo los unos con los otros”, insistió el presidente.

(Con información de AFP)

 

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